Viaje de ida y vuelta

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Llegaron a Asunción por casualidad. A ciegas, en un autobús nocturno. Fruto de aquel azaroso viaje nace el primer título de la editorial Candaya, una antología de poemas del paraguayo Elvio Romero (Yergas, 1926). Su título, Contra la vida quieta, está robado de los versos que Rafael Alberti dedicó a este gran poeta, y parece ser una de las máximas que han aplicado a sus vidas Olga Martínez y Francisco Robles, los creadores de Candaya. Con sede en Barcelona, este nuevo sello se propone dar voz a autores contemporáneos hispanoamericanos desconocidos en España.
     Olga y Francisco iban camino de Iguazú y decidieron escaparse unos días a la capital paraguaya. “La ciudad estaba sitiada y la sugerente arquitectura colonial decrépita. En medio de la desolación encontramos un oasis”. No había palmeras, se trataba de un café literario. Dentro, estos dos profesores de literatura de instituto se toparon con uno de los más grandes poetas paraguayos: Elvio Rodríguez leía sus poemas para celebrar el primer aniversario del local, y la cantante Lisa Bogado cantaba “Cielito de Paraguay”. Miembro de la generación del cuarenta, de estética vanguardista y con un firme compromiso social, el poeta ha vivido exiliado en Argentina desde 1947. Allí conoció a Pablo Neruda (con quien entabló amistad), Nicolás Guillén y Rafael Alberti, quien prologó con un poema su primer libro, Días roturados. 56 años después y con otros doce poemarios escritos, una pareja de catalanes vuelve a presentar a Elvio Romero, esta vez al público español. “El caso de Elvio es bastante significativo. Hasta aquella noche en Asunción nosotros nunca habíamos oído hablar de él, y ese día pensamos que si nosotros teníamos tal desconocimiento…”
     Confesos admiradores de la literatura hispanoamericana desde su adolescencia, Olga y Francisco investigaron y averiguaron que sólo dos narradores y ningún poeta paraguayo estaban publicados en España. Es entonces cuando decidieron promover estas voces desconocidas acá, en una página Web (sololiteratura.com). El éxito les ha llevado a Candaya. Su propósito: ofrecer un espacio editorial digno e ir recorriendo los distintos países de Hispanoamérica para recuperar las voces silenciadas de grandes y desconocidos escritores.
     Las razones del silencio las identifican principalmente con la difícil coyuntura económica y política de estos países. “En Paraguay se editan 130 libros al año; la crisis económica es muy grande y los escritores han vivido muchos años en el exilio, lo que ha impedido que creasen una escuela”, explican. El caso del venezolano Ednodio Quintero, que estrenará la colección de narrativa en abril con su novela Mariana y los comanches, es algo distinto: “Venezuela es un país con una tradición editorial importante. Sin embargo, desde hace unos años y debido a la crisis, se publican pocos libros y autores como él quedan silenciados. Son la novedad y el riesgo lo que ha frenado a otras editoriales a publicar a Quintero, porque la situación en su país no es buena y las editoriales apuestan sobre seguro. También publicaremos a autores peruanos, y allí la estructura editorial es paupérrima”.
     ¿Los ecos del boom que estalló en Barcelona en los setenta no han silenciado algunas de éstas voces? “Fue una época espléndida, que marcó las directrices de la literatura española también. En Puig, Onetti o Cortázar el riesgo era valorado y su literatura era muy popular. Esto es algo que se añora. Hoy se impone una literatura más fácil”, explican. Desde Candaya aseguran, además, que la única deuda pendiente con aquel primer boom gestado en la ciudad condal es el cliché que desde entonces pesa sobre la literatura hispanoamericana, identificada universalmente con un aire localista, con la fantasía como único camino, y acarreando el sambenito del realismo mágico. Sin embargo, se muestran optimistas: “Otros autores como Bolaño, Fresán o Villoro están cambiando las cosas. Ya está aquí el segundo boom. Estos autores comparten una vocación de hombre universal y la confusión vertiginosa entre lo fantástico y lo real. Su literatura es muy directa y contundente, con elementos urbanos y con una clara opción por la metaliteratura que convierte el mundo literario en el tema central.”
     Incansables viajeros, otro de los caminos que han emprendido desde Candaya es el de promover el acercamiento a escritores hispanoamericanos que ya residen aquí. Los versos del argentino Antonio Tello aparecen presentados por Cristina Peri Rossi en el segundo volumen de la recién estrenada editorial. Residente en España desde 1975, Tello tiene una narrativa “arriesgada y críptica” que ya ha sido publicada por varias editoriales españolas. La presentación de su obra poética es el “peaje de novedad” que apoyan gustosamente desde Candaya.
     La “profesión de americanismo” que proclaman se plasmará en cinco libros cada año. Dos poemarios, dos obras de narrativa y una de ensayo. A pesar de las dificultades —”el principal problema son los precios”—, quieren empezar a vender sus libros en los países de procedencia de los autores. Hablan orgullosos de “la importancia que los libros están teniendo en comunidades hispanoamericanas afincadas en España. Realmente, para ellos, que aparezcan aquí autores tan emblemáticos supone recuperar un pedazo de su tierra”. Convienen en que probablemente algo así ocurrió con los escritores españoles en el exilio: “Como Sender, León Felipe y tantos otros. Tenemos esa conciencia de devolver todo lo que hemos recibido de allí”. Candaya, todo un sueño bautizado con el mismo nombre de aquel reino lejano al que se dirigía Don Quijote con los ojos vendados sobre Clavileño. Ellos lo tienen claro: “Hay que vencer maleficios y acabar con las distancias de una misma lengua”. ~

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