- A principios de los sesenta, Revueltas observó un gran contingente revolucionario carente de dirección. Cincuenta años más tarde la imagen se ha invertido: el liderazgo de izquierda existe, pero no encuentra a quién movilizar.El reto para los movimientos sociales juveniles después del #YoSoy132 es hacia el futuro: ¿Cómo ir construyendo una cultura de la tolerancia que aísle y minimice los efectos perniciosos de las sectas caníbales de la izquierda?La máscara de esta juventud multiusos que emancipa pueblo de universidad en universidad y en sus ratos libres documenta la represión, oculta otras cosas.Los movimientos estudiantiles mexicanos tienen mucho que aprender de los sindicatos estudiantiles extranjeros.Uno no puede ser liberal y añorar un Estado regulador; no puede hablar de democracia y celebrar el silencio del antagonista.Para mí no cabe duda: la existencia de un programa como Sin Filtro es un triunfo histórico de los universitarios en su relación con el gigante televisivo mexicano.El episodio que protagonizaron dos miembros de #YoSoy132 y Adela Micha en Xalapa oscurece el tema verdaderamente importante.¿Cómo es que un grupo de muchachos idealistas y pujantes se convierte en una máquina de predicar inmutables “Verdades” para luego injuriar a quienes, con argumentos, levantamos la voz para manifestar nuestro desacuerdo.Los universitarios que crearon el grupo #YoSoy132 se ganaron la simpatía de muchos por el aire fresco que inyectaron a la campaña electoral. Las contradicciones internas de su discurso y sus posturas maximalistas los colocan, sin embargo, en el filo de la radicalización. Este reportaje es el ojo en...La virtud y el defecto de los movimientos estudiantiles es que son puro corazón.
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