- Gracias al enorme poder de la propaganda, la pobre campaña de vacunación no es motivo de indignación ni despierta la exigencia de que el gobierno acelere el paso. Al contrario, la escasez de vacunas las ha convertido en un premio similar al boleto dorado del cuento de Roald Dahl.México está vacunando muy lentamente. Conjuntar los esfuerzos de la sociedad, la iniciativa privada y el Estado ayudaría, una vez que haya vacunas disponibles, a alcanzar a la mayor cantidad de gente en el menor tiempo posible.Las leyes y las vacunas se enfrentan en nuestra nueva videoletrilla.¿Quién debe vacunarse? ¿Quién puede dejar de vacunarse? Las leyes y las vacunas se enfrentan en nuestra nueva videoletrilla.
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