- Julia Deck dijo que cuando escribió la novela 'Viviane Élisabeth Fauville' (Eterna Cadencia, 2019) en realidad quería escribir 'Crimen y castigo' al revés.El trabajo como fotógrafo de Klein fue rompedor y revolucionario: sacó a las modelos a la calle, a mezclarse con la geometría de la ciudad y a compartir el espacio público con quienes lo habitan.En París, la fotógrafa Berenice Abbott retrató a artistas y escritores durante la época de entreguerras; en Nueva York capturó la modernidad de la ciudad, sus rascacielos e infraestructuras. Una exposición en la Fundación Mapfre de Madrid recopila algunas de sus mejores obras.El escritor francés, que falleció hace 37 años, ha pasado a la posteridad por ser el escritor del espacio y lo lúdico, pero su obra es también un esfuerzo sobrehumano para ocultar el tema que más le atormentaba: el tiempo.Es uno de los prejuicios más antiguos del mundo occidental, y produce una mezcla de tristeza y perplejidad que todavía siga allí.
En 'Todos los caballos del rey', que acaba de reeditar Anagrama, la escritora parisina narra la historia de una pareja y sus aventuras sentimentales extraconyugales y consentidas.Entre las fotografías de Van der Elsken hay paisaje humano de las calles, retratos de intimidad, capturas de la vida cotidiana, autorretratos, y también fotografías casi antropológicas de los países del mundo que recorrió.La cultura francesa fue fundamental para definir la vocación literaria de Vargas Llosa. Una relación que comenzó con los libros juveniles y ha llegado a su punto más alto con la inclusión del peruano en la Pléiade.En las propuestas del papa Francisco para la lucha contra el cambio pesan más el dogmatismo y la tradicional oposición católica a la modernidad que el empirismo y la búsqueda de soluciones posibles.Los ataques del 13 de noviembre en París refuerza la idea de que la religión no puede dominar las relaciones sociales, ni el estado de derecho.Iniciar Sesión
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