- Un libro publicado recientemente en Rusia repasa los grandes banquetes que organizó el dictador durante los años más sangrientos del Gran Terror.Para decirle adiós al tlamatini, recuperamos algunos artículos escritos por y sobre él que se publicaron en nuestras páginas.En La ruta del conocimiento (Debate), Violet Moller cuenta cómo se perdieron en algunos lugares y cómo sobrevivieron en otros las ideas científicas del mundo clásico.Los antiguos guerrilleros y sus actuales exégetas quieren reivindicar, apapachados por el poder político, a sus héroes y mártires. Pero priva la incongruencia en los historiadores aficionados incrustados en el régimen.
En los recientes alegatos oficiales sobre el asesinato de Eugenio Garza Sada hay una omisión significativa: la del propio Garza Sada. Ahora, más que nunca, importa recordar quién era y qué hizo.Daniel Cosío Villegas no conoció personalmente a Gustavo Díaz Ordaz, pero tuvo con él un intercambio significativo a propósito del movimiento estudiantil de 1968.Ante Miguel Alemán, Daniel Cosío Villegas insistió en su crítica al presidencialismo todopoderoso, y pensando en el juicio de la historia le aconsejó escribir sus memorias.
Si Juárez es el referente de la nueva austeridad republicana, hay una confusión.Daniel Cosío Villegas nunca escatimó su admiración por Lazaro Cárdenas, cuyo gobierno consideró uno de grandes impulsos generosos, aun si los medios para alcanzar sus fines le parecieron a veces incomprensibles.En el siglo XX, Occidente pasó del desdén a la fascinación por China. En su último libro, el historiador Robert Bickers cuenta la historia de China a partir de su relación con los extranjeros.Iniciar Sesión
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