Control Total en pruebas

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Aquí a mi izquierda tenemos un campo de células madre fotovoltaicas. Las llamamos así porque ahora se dedican a producir electricidad, pero podría ser un campo de células madre genérico para producir cualquier cosa. Igual que hacen luz fabrican viviendas con átomos huecos, más huecos de lo normal, sandías, naves espaciales… En realidad ellas deciden a qué se dedican.

Estos desiertos productivos han sacado a la humanidad de la miseria. Tenemos la supremacía cuántica, pero apenas la usamos. (AutoNota: ahora ya no se usa esa palabra: “supremacía” indica desprecio y casi racismo. Simplemente diremos que tenemos el control total.) Usted se preguntará por el sujeto de esa frase: ¿quiénes tenemos el control? Aunque lo más probable es que ya nadie pregunte nada… puesto que ya hay de todo.

En efecto, la abundancia disipa los recelos, al menos en lo que respecta a las personas normales. Claro que, como estamos viendo, siempre hay sujetos predispuestos a hacer el mal, a protestar y a cuestionarlo todo, incluso la opulencia.

Así pues si usted insistiera en preguntar ese o cualquier otro asunto improcedente podría incurrir en alguna clase de delito, falta o imprudencia. En ese caso su propia pregunta determinaría el tipo de norma que usted estaría infringiendo y se aplicaría la sanción correspondiente.

El control cuántico garantiza la permanencia de las especies que en el momento de iniciarse el proceso tengan un 15% o más de posibilidades de sobrevivir; esto no excluye que puedan salvarse las del rango inferior, y tampoco presupone que esa supervivencia sea gratis indefinidamente, pues en cualquier instante, si el sistema así lo decide, puede variar todo, lo que aporta un aliciente parecido al de la vida tradicional del sistema anterior, aún vigente en algunas zonas según testimonios al azar.

AutoNota 2: en caso de desorientación o duda ante giros que le parezcan arbitrarios recuerde que la causalidad es una de tantas creencias precuánticas que no se han confirmado. Además, los designios del sistema son incognoscibles incluso para Él mismo (en eso no ha cambiado nada).

Los campos de células madre son solo una de las infinitas formas que el sistema puede concebir e implementar para proporcionar una vida saludable que soslaya la lucha por la subsistencia y llena la rutina celular de buenos sentimientos, emociones de vitalidad corpórea y paz neuronal.

En las zonas donde todavía no se ha producido el cambio (oirá o habrá oído un crack inconfundible) todo esto son simulaciones, pero dado que la potencia del control total excede en muchas magnitudes a las condiciones del mundo hasta ahora real, la vida nueva puede presentar algunas diferencias, como mayor nitidez, etc. Debido a esa potencia descomunal, para un improbable observador externo cualquiera de las simulaciones ofrecería cierta anticipación con la vida básica, lo que le permitiría un margen de mejora, acertar loterías, etc.

Esto suscita cuestiones filosóficas como la siguiente: saber si los individuos sometidos a la simulación experimentan ambas vidas simultáneamente, si sufren alguna tensión, aceleración, disrupciones íntimas, desgarros de sentido, traumatismos emocionales, desarreglos epistemológicos o intestinales, etc. Todo esto es irrelevante y se menciona por última vez, incluyendo esta alerta de desviación que podría llegar a incurrir en patrones delictivos tal como se ha comentado antes. crack.

Dado que este protocolo es restringido –excepto que el sistema, que como hemos dicho es impredecible, decida difundirlo (como parece que está haciendo ahora por medio de este mensaje automático)–, un individuo no tendría forma de saber que está inmerso en dos (o varias, o infinitas) simulaciones (incluyendo su vida original o básica). De momento el sistema prescinde de simular simulaciones para determinar estos extremos. Siendo enorme la potencia del control total cabe la remota posibilidad de que no sea infinita.

En las simulaciones se comprueba que algunos humanos (¡un 20%!), tal vez habituados a la creencia supersticiosa en la libertad de elección –¡el libre albedrío!–, el poder del pensamiento, etc., soportan mal las condiciones de apacible convivencia en abundancia universal que proveen los campos de células madre; aunque no se ha podido determinar si es porque rechazan la gratuidad y disponibilidad de los recursos o porque les repele la mansedumbre inducida (vía nutrientes), ya que muestran una agresividad tan contagiosa que, de hecho, ha obligado a recomendar o sugerir la suspensión de las simulaciones en curso, cosa que eventualmente no es posible por causas (si las hubiere) que desconocemos.

El panel de control debería facilitar alguna información, siquiera como testigo impotente de los procesos en curso, en los que, como se ha explicado, no podemos ya intervenir una vez lanzada la Suprema Aplicación.

Por lo visto, el caos, tal como lo estará sufriendo usted (según dónde le pille qué) es dantesco. En fin, no tengo palancas que tocar. Se me van las manos a la primera garganta que veo, que es la suya/mía. Aaaaaaggghh.

Autotest Check Shock System

Simulación 1: ha petado. Fin informe. Provisional.

Simulación 2: sigue igual que el original, degradándose según la entropía usual.

Simulación 346789309398b: es un paraíso terrenal similar o idéntico al descrito en la Biblia.

Original: sigue igual. Hoy estaba previsto arrancar las pruebas de simulaciones innumerables y lanzar la Suprema Aplicación. Por la tarde fui a nadar. ~

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(Barbastro, 1958) es escritor y columnista. Lleva la página gistain.net. En 2024 ha publicado 'Familias raras' (Instituto de Estudios Altoaragoneses).


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