#EconomíaLaboral ¿Por qué cambian los salarios en México?

¿Cómo han cambiado los salarios en los últimos veinte años? 
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La economía mexicana ha cambiado radicalmente en los últimos 20 años. Por ejemplo, en 1990 el 6% de las personas entre 20 y 60 años tenía un título universitario. Para el año 2010, el porcentaje se había elevado a 13.4%. Al mismo tiempo, las personas en ese mismo grupo de edad con nivel educativo primaria o menos pasó de 63.7 a 37.2%. Uno de los aspectos más relevantes en economía laboral es el estudio de los cambios en el salario entre diferentes grupos de trabajadores.¿Qué implicaciones tienen estos grandes cambios sobre la estructura salarial? La respuesta a esa pregunta nos podría indicar de forma más precisa los impactos de las intervenciones de política pública sobre los salarios y el nivel de desigualdad en salarios de un país.

Para analizar esa pregunta, los economistas pensamos que el nivel de los salarios está determinado por fuerzas de mercado (oferta y demanda de las habilidades del trabajador) y por fuerzas institucionales (por ejemplo, el nivel de salario mínimo y el nivel de negociación sindical u obrero-patronal). En el caso de Estados Unidos, así como de otras naciones desarrolladas, se ha visto un incremento en la desigualdad salarial en las últimas tres décadas sobre todo en la parte alta de la distribución de salarios. Los economistas Claudia Goldin y Lawrence Katz, ambos profesores de la Universidad de Harvard, han estudiado esos cambios con amplitud. En su libro “The Race between Education and Technology” argumentan que ese incremento puede ser explicado por un aumento sustancial en la demanda de trabajadores con educación universitaria y, al mismo tiempo, que la oferta de esos trabajadores no se ha incrementado sustancialmente. Es decir, el cambio tecnológico que ha vivido el mundo ha beneficiado en mayor medida a trabajadores con un mayor nivel educativo.

¿Es posible que en México haya ocurrido algo similar? En la primera gráfica muestro que eso no es correcto (al menos desde 2005 y utilizando la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo). La línea sólida muestra el cambio porcentual de los salarios relativos entre trabajadores de tiempo completo con nivel educativo de bachillerato en adelante, con respecto a todos los demás trabajadores (es decir secundaria o menos). La referencia es el primer trimestre del año 2006. La línea punteada muestra el cambio en la proporción de individuos con nivel educativo de al menos bachillerato con respecto a todos los demás individuos tomando el mismo año de referencia. La línea sólida muestra que los salarios de los trabajadores con mayor escolaridad han caído en una proporción mayor que los salarios de los trabajadores con menor escolaridad. Por ejemplo, entre 2007 y 2014 el salario relativo disminuyó más de 15%.

Cambio porcentual de salarios y oferta. 2005-2014

 

(Fuente: Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nota: Figura construida por el autor. Periodo de referencia es el primer trimestre de 2007. Salarios construidos para trabajadores de tiempo completo. Oferta construida para todos los individuos. Se restringe el grupo de edad de 20 a 65 años.)

Por otro lado, la línea punteada muestra un sustancial aumento en la oferta relativa de esos trabajadores. Es decir, entre 2007 y 2014 la proporción de individuos con un nivel educativo de al menos bachillerato se incrementó 25% en comparación con la proporción de individuos con menos de bachillerato. Por tanto, aún sin observar cambios en la demanda de ciertos trabajadores o cambios institucionales, esta gráfica muestra que el aumento en la proporción de individuos con al menos bachillerato está causando una baja en el nivel de salarios relativos en México.

En otros países latinoamericanos se ha observado un proceso similar: una caída en la desigualdad salarial medida como el cambio del salario entre trabajadores con mayor y menor escolaridad. Sin embargo, no existe un consenso uniforme de porqué la desigualdad salarial ha disminuido. Es decir, no sabemos a ciencia cierta si la demanda de trabajadores con mayor escolaridad ha disminuido, o si su crecimiento es positivo pero cercano a cero. En México parece ser que la caída de la desigualdad salarial es un efecto principalmente de la oferta, mientras que en otros países es un fenómeno de demanda. Asimismo, en México no parece ser que el salario mínimo ayude a explicar los cambios en el diferencial salarial entre grupos de trabajadores ya que el salario mínimo se ha mantenido constante en términos reales (aunque no discuto en esta sección el posible impacto del salario mínimo en el nivel –no en el cambio– de los trabajadores con menor escolaridad). Esta distinción es importante porque si es un fenómeno derivado de una falta de demanda, implantar políticas públicas que fomenten el empleo tendrían un efecto positivo sobre el nivel de salarios. 

Por otro lado, también es importante analizar el nivel de los salarios y no solamente su cambio en términos relativos. En la siguiente gráfica muestro el ingreso laboral mensual de trabajadores de tiempo completo con diferentes niveles educativos en pesos reales de 2012. Los ingresos laborales para trabajadores con menor escolaridad (secundaria o menos) se han mantenido estancados a lo largo del periodo 2005-2014. Sin embargo, los salarios de los trabadores con mayor escolaridad han disminuido sustancialmente. Un trabajador de tiempo completo con educación universitaria ganaba cerca de $14,000 al mes a inicios de 2007, pero para inicios de 2014 su ingreso era cercano a $10,000 (pesos reales de 2012).

Figura 2. Evolución del ingreso laboral real al mes en México (por trabajador). 2005-2014.

(Fuente: Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo. Nota: Figura construida por el autor. Salarios construidos para trabajadores de tiempo completo. Se restringe el grupo de edad de 20 a 65 años.)

En mi interpretación de los datos, la gráfica muestra tres historias relacionadas para los trabajadores con mayor escolaridad. Por un lado, los salarios de los trabajadores con mayor escolaridad han disminuido porque simplemente hay una mayor proporción de ellos que compiten por los mismos trabajos. Por otro, el número de “buenos” trabajos no se ha expandido como la oferta de trabajadores con habilidades para esos trabajos. Una tercera posibilidad es que la formación educativa que recibieron los jóvenes no es compatible con las habilidades que se están demandando (lo que se conoce como “skill mismatch”). No sabemos con certidumbre qué tanto una baja demanda y/o bien una degradación en la calidad de la educación afectaron la caída en el salario, adicional al efecto de oferta. Por tanto, se tienen dos mensajes: es positivo que el diferencial salarial entre grupos de trabajadores haya disminuido, pero no es positivo que no se tengan suficientes oportunidades de empleo para aprovechar el potencial de esos trabajadores o bien que la formación educativa no sea de la calidad requerida. Dado que los trabajadores con menor escolaridad son complementarios a los trabajadores con mayor escolaridad, el que no se creen suficientes “buenos” empleos para estos últimos perjudica necesariamente a los primeros. 

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Doctor en Economía por la Universidad de California, Berkeley. Profesor-Investigador del Centro de Estudios Económicos en El Colegio de México.


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