- El mayor logro de ese largo viernes 27 no fue la promesa de dejar de reprimir –cosa que jamás cumplirá un Estado como el cubano–, sino haber obligado al poder a negociar. Eso es algo que no podrá escamoteársele a los huelguistas de San Isidro.
- A diferencia de otras izquierdas, la 4T no busca la tensión con el liberalismo sino su apropiación. Su uso de las palabras “liberales” y “conservadores” responde más al trasfondo político que a la ideología.