- Las razones por las que el gobierno está asfixiando a centros de investigación como el CIDE no tienen nada que ver con la austeridad, la honradez o la justicia.
- El presidente tiene un modelo de comunicación eficaz que le ha permitido mantener buenos niveles de aprobación, sin que ello signifique que está atendiendo los problemas del país de manera adecuada.
- Durante una crisis, un líder tiene que desempeñar con oportunidad, empatía y contundencia tres tareas fundamentales. La jefa de gobierno de la Ciudad de México no las está desempeñando bien.
- El presidente López Obrador tiene al Congreso a su favor, a la oposición debilitada y una elevada popularidad. Por eso, es difícil entender qué profunda pulsión emocional lo lleva a usar el discurso para mantener encendido el enojo de sus seguidores.
- Cuando las crisis estallan, un líder tiene que comprender, actuar y comunicar con empatía, determinación y visión de futuro. Pero el presidente ha reaccionado con lo peor de su repertorio ante los episodios de violencia de días recientes.
- No pocas empresas creen que invertir dinero y tiempo en prevención o manejo de crisis es un lujo. Tras los accidentes que involucraron a dos de sus aviones, Boeing paga ahora los costos de esa falta de previsión.
- En días recientes, la sociedad de Nueva Zelanda se vio sacudida por el peor ataque terrorista de su historia reciente. La primera ministra ha respondido con sensibilidad y empatía a este momento de emergencia.
- Ser gobernador es hoy un trabajo impopular, pero si el presidente dice a diario que sus “adversarios” no tienen legitimidad para opinar, los abucheos solo son una consecuencia real de esa forma de pensar.
- El próximo lunes 11, Andrés Manuel López Obrador cumple cien días como presidente. Estos son algunos apuntes sobre el estilo de comunicar que ha desplegado en ese lapso.