¿Es el Plan Colombia replicable en América Latina?

Ahora que Colombia celebra el inminente fin del conflicto armado, la pregunta en Estados Unidos es ¿hasta qué punto el Plan Colombia fue decisivo para llegar al acuerdo de paz?
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Más de medio siglo después de iniciado el conflicto que ha causado la muerte de más de 260 mil personas y desplazado de sus hogares a más de 7 millones, Colombia está de fiesta porque la paz está próxima, y a su festejo por la ansiada paz se ha unido el resto del continente americano.

Algunos se preguntarán, y no sin razón, si no se están anticipando vísperas, y la respuesta es un tajante no. Sin la firma oficial del acuerdo final de paz entre el Gobierno de Colombia presidido por el presidente Juan Manuel Santos y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el acuerdo no podía ser presentado a la ciudadanía para su ratificación o anulación durante el plebiscito que tendrá lugar este domingo. Luego vendrá un largo camino lleno de peligros y acechanzas, pero que debe llegar a buen fin porque la mayoría de los colombianos así lo quiere.

La pregunta que muchos se hacen en Estados Unidos es ¿hasta qué punto el Plan Colombia fue decisivo para llegar al acuerdo? Y para ayudarme a responderla acudo a cuatro expertos en el tema.

“Plan Colombia”, me dice Michael Shifter, el presidente del Diálogo Interamericano, “se gesta en los años noventa cuando los colombianos deciden enfrentar a las FARC y a los paramilitares, y encuentran una actitud receptiva en el gobierno de EUA, empeñado en su lucha contra las drogas. En 2002 se flexibiliza el propósito inicial y se establece que el Plan Colombia podría ser utilizado para reforzar cuestiones de seguridad nacional. Un viraje que fortalece al ejército en su lucha contra las FARC”.

Para Chris Kraul, el veterano corresponsal de Los Angeles Times en Colombia, “antes del Plan Colombia el Ejército colombiano estaba siendo derrotado en todos los frentes”. Una opinión semejante es la de Enrique Santos Calderón, exdirector de El Tiempo, para quien “el Plan Colombia fue decisivo en la modernización y reestructuración del ejército, que finalmente pasó a la ofensiva. Sin el debilitamiento militar de las FARC no se hubiera dado el proceso de paz”. Esta es una verdad en la que coinciden los cuatro expertos, pero, como bien señala el embajador estadounidense Charles Shapiro, “el Plan Colombia le dio al gobierno una ventaja estratégica, aunque el crédito por la inminente paz hay que dárselo al pueblo colombiano”.

¿Es el Plan Colombia uno de los principales logros de la política exterior estadounidense? Pregunto. “Esto me recuerda –dice Shifter– a un amigo que me decía: ‘tomando en cuenta la modestia del conjunto…’ lo que quiero decir es que dados los recursos que se han invertido en Irak y Afganistán, Plan Colombia luce mucho mejor. Pero si tomamos en cuenta que el trasiego de drogas a EUA ha crecido, el daño colateral del conflicto y las violaciones a los derechos humanos, yo diría que Plan Colombia se ha quedado corto”.

Kraul dice, el “Plan Colombia evitó que el país se convirtiera en un Estado fallido” y Shapiro añade, “hoy que la economía colombiana está creciendo y sus instituciones democráticas se han ido fortaleciendo, EUA merece también parte del crédito”.

Mi última pregunta a los cuatro es si este tipo de intervención militar de EUA en América Latina podría servir de modelo en otros países, y los cuatro responden de manera similar: “no hay en Latinoamérica conflictos armados comparables al colombiano que justificaran este tipo de ayuda”, contesta Santos. “Dudo mucho que sea replicable”, dice Shifter, y Kraul complementa: “No, este es un caso único y hoy el clima político en EUA no favorece las intervenciones militares”. Tampoco Shapiro lo ve posible, “intentamos algo semejante con el Plan Mérida, pero las circunstancias en México eran distintas a las de Colombia”, y añade, “otra circunstancia excepcional fue que el Plan Colombia fue concebido durante la presidencia de Bill Clinton, continuado por George W. Bush y ratificado por Barack Obama, este tipo de apoyo bipartidista continuado es una rareza en cuestiones de política exterior”.

En resumen, Colombia está a punto de lograr el objetivo de favorecer la lucha política por encima de la lucha armada gracias en parte a la superioridad militar del gobierno facilitada por el Plan Colombia pero, sobre todo, porque la voluntad de la mayoría de los colombianos es darle una oportunidad a la paz

 

Publicado previamente en El Tiempo de Colombia

Una versión extendida y en inglés puede leerse en el Huffington Post

 

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Escribe sobre temas políticos en varios periódicos en las Américas.


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