Indispensables de literatura infantil: El señor Korbes y Gallinita

En esta entrega de la serie de libros indispensables de literatura infantil, el autor colombiano Jairo Buitrago recuerda uno de los mejores libros del autor alemán Janosch.
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Luego de bailar con ella en una fiesta, el Señor Korbes, un viejo avaro y solitario, invita a Gallinita a su casa. Le promete que habrá un pastel, y lo hay, pero lo que quiere realmente el Señor Korbes es besar a Gallinita. Una historia atemporal, fábula antiautoritaria, himno coral y cómico sobre la solidaridad y la amistad frente a quienes quieren engañarnos.

Ocurre, algunas pocas veces, que lo que podríamos considerar como la obra menor de un gran autor, posee una carga de sátira social, humor negro y complejidad que surgen dudas naturales por todas partes. Lo que genera este contrapunto entre la inocencia genuina, el erotismo primigenio y la diversión legítima que se transmite cuando se dibuja y escribe sin ataduras ni lastres infantiloides, nos hace creer que este libro no debería ser una joya más que carece de dolientes y que anda perdida (o a decir verdad, descatalogada) en el abismal mercado actual de los libros para niños.

Cuando se publicó a principios de los ochenta en Alemania Herr Korbes will Klein Hühnchen küssen, el autor-ilustrador Janosch ya era un consagrado por el público y la crítica, y sus libros se traducían a más de 40 idiomas.  La frustrada aventura sentimental entre la Gallinita y el Sr. Korbes (personaje recopilado en un cuento de los Hermanos Grimm) es su particular visitación de un clásico del humor alemán y de la literatura infantil.  La moral naïf, como en un cuento clásico, se hará presente y el final será feliz, pero el halo disparatado y el humor intransferible al estilo “Janosch” permiten leer de manera sencilla una autentica deconstrucción de las desdichas del Herr Korbes clásico. El hecho de que la primera edición en español publicada en 1986 por Orbis, para una de las primeras colecciones interesadas en los libros ilustrados que se conocieron en Latinoamérica (Veo Veo), fuera traducida por María Elena Walsh, me hace pensar de que alguna manera las correspondencias innegables entre ambos en temáticas e ideologías, proporcionaron un escenario ideal para un inusual ejercicio liberador en esta versión.

Si bien Janosch, como hemos dicho, tiene un particular e irrepetible sentido de lo absurdo; la trepidante acción argumental de El Señor Korbes quiere besar a Gallinita nos remite al cine de los Hermanos Marx o a las comedias de Richard Lester. En su mundo los personajes zoomorfos son miembros todos de una comunidad solidaria y familiar:  gallina y gallo, elefantes, gatos, interactúan con algunos objetos: un neumático, un viejo zapato y un tridente, que en la tradición del cuento clásico, cobrarán vida y tendrán una opinión propia, para unirse al grupo que va en camino a casa del desdichado Korbes, y que apropiadamente con su condición, ejercerán de instrumentos de apoyo mancomunado para darle su merecido.

¿Por qué se ha olvidado esta obra? No tengo la respuesta, pero en el caso de los libros infantiles que los clásicos convivan con las novedades es una esperanza que se mantiene viva, editoriales independientes y que son por demás algunas de las más relevantes (Kalandraka, El Jinete azul, Libros del Zorro rojo) tienen “un Janosch” en su catálogo,  a veces, milagrosamente el lector descubre libros de otros tiempos. Libros que son como la poesía, como nos recordó Borges, el ensayo de una magia menor. 

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