Pi y las neolenguas

Para algunos apasionados de los lenguajes híbridos PI puede ser una cifra un tanto adictiva. 
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Desde hace algunos años matemáticos y aficionados decidieron celebrar cada14 de marzo (3.14) el día Pi. Pi es considerada la ecuación con mayores cualidades estéticas en el Universo por ser una constante sencilla que describe cómo la circunferencia de un círculo cambia conforme varía su diámetro.Resulta útil pues el mundo en el que vivimos es geométrico por antonomasia, de manera que calcularlo con la mayor precisión posible ha permitido perfeccionar los sistemas de rastreo satelitales (GPS) y la predicción confiable de la trayectoria de meteoritos potencialmente peligrosos para nuestro planeta. También puede calificarse como una ecuación enigmática: hay quienes obsesionados con encontrar el número exacto después del punto decimal, han llegado a la absurda cantidad de un millón de millón de millones. Para todos efectos prácticos, PI, es un número infinito.

Para algunos apasionados de los lenguajes híbridos PI también puede ser una cifra un tanto adictiva. Para desquicio de las Academias de la Lengua, el flujo constante de las lenguas hace de las suyas y el inmigrante que todos llevamos habla espanglés, frañol, deutschturkish. Estamos frente a una zona trémula de la imaginación verbal. En una región vecina podemos localizar los lenguajes de programación que se encuentran a caballo entre el ámbito digital y el mundo analógico creando un caldo primigenio de números y letras distinta, y al mismo tiempo similar.

Inspirados, precisamente, en la longitud extrema de Pi, algunos se han animado a escribir Pi-emas (Pi-poemas), Pi-relatos, Pi-aforismos, incluso Pi-kus en Piñol, Pinglés, Pitaliano, etcétera. Se trata de textos alfabéticos y alfanuméricos cuya única limitante es que no puede contener palabras de más de nueve dígitos, pues empezaría a parecerse al lenguaje binario (10001110, etc.). Si alguien se interesa por conocer las reglas del pinglés, puede visitar este link.

En 2010, Nick FitzGerald, hechizado por la seductora irracionalidad de Pi,  analizó centenares de obras literarias en inglés tratando de averiguar en cuáles de ellas había cadenas que, en forma espontánea, empataran con el número Pi, cuyos primeros diez dígitos son:3.14159265… FitzGerald encontró pocas coincidencias y cadenas cortas, la mayoría tenía apenas entre tres y cinco dígitos y en ningún caso halló frases mayores a ocho. Hace unos días William Park, editor de BBC Future on line, pidió que le enviaran textos con el tema: “My piem”.

Un ejemplo breve en Pinglés podría ser:

Wow (3), a (1) star (4)

A (1) fiery (5) supernova (9)

In (2) cosmic (6) burst (5)

Wow! (3)

Pi con veintiún dígitos (3.1415926535897932384) en Pinglés de alguna vanguardia del siglo XX y fondo de free jazz sonaría así:

Sam, (3) I (1) give (4) a (1) light
 (5)

Unluckily (9) is (2) bonsai
 (6)

bride (5) are (3) pride (5)


gunstock (8) Remington (9)


gunlock (7) Lancaster (9)


bee (3) is (2) tea (3)


intimacy (8) come (4)

El mismo número (3.1415926535897932384) en lengua Piñol:

Vas (3) a (1) amar (4) a (1) quien (5) esperando (9)


Pi (2) brille (6) salga (5) vea (3) sinos (5) 


Ecuación (8) asombrosa (9) domarás (7)


Inquietud (9) ser (3) el (2) que (3)

comienza (8) fino (4)

Si alguien se interesa por Pi con un millón de dígitos puede consultar esta página.

El auge de la cibernética y la Inteligencia Artificial se debe en gran medida a la fascinación que ejercen los números y las letras cuando se enfrascan en un juego especular de una realidad que apenas alcanzamos a vislumbrar con estas neolenguas. Sobre todo, animan a quienes piensan que aún pueden surgir formas novedosas, otros continentes donde prospere la imaginación total.

 

 

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escritor y divulgador científico. Su libro más reciente es Nuevas ventanas al cosmos (loqueleo, 2020).


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